Demonio
Las pisadas que alteran la noche persiguen tu mirada,
su encanto se quiebra presumiendo de las cadenas que te atan a una cociencia ciega, te persigue en la niebla,
demonio caprichoso interno en la mente desordenada,
que paraliza tu sangre, se empeña en perdurar,
en un llanto inconsciente que te hace esclavo del momento venidero,
sientes ese olfato a traición,
disfrazado de perdón.
