Vida que brotas, agua y raíces, cantas al viento verdes matices. Eterna danza,
Te corté con la furia de un incend… cuando bastaba el roce de una llam… Llegué como tormenta cuando solo pedías rocío. Quise abrir tu alma
Plantaré un bello jardín, que al mar hará parecer, donde el pájaro cante al alba y las estrellas al anochecer. En él alzaré un palacio,
¡Hurra por mí! ¡Hurra por mí y por ti! ¡Hurra por saltar y andar! Por reírme porque sí y por volver a jugar.
Entre que sí y que no, la vida nos lleva, pasamos de largo, dejamos estelas. Nadie se va antes,
Es un dios de humo, un altar sin fe, un incienso roto, un falso porqué. Es credo en la brisa,
Madre Santa, pura y buena, madre de Dios verdadero, estrella de luz serena, guía del mundo entero. De tu vientre floreció
En la mesa reposa un tazón brillan… la crema se alza con toque divino, suave y blanca como un manto elega… de dulzura perfuma el aire fino. El coco se teje cual nieve al pasa…
El sapo con bufanda En un charco muy lejano donde el agua es de algodón, vive un sapo muy extraño con bufanda y pantalón.
Ahí viene la mariposa, con su vestido de sol; bailoteando entre las hojas, como un sueño de color. Va cantando con el viento,
Se va la brisa de tu aliento, se va tu risa de mi piel, y queda el eco más cruel donde era sol, hoy es lamento. La casa es sólo un frío hueco,
Soleá por Año Nuevo Año nuevo viene, con pasos de esperanza, que nada lo frene. Trae mil estrellas,
Lo que queda del día cabe en el bolsillo de una chaquet… Pan en la mesa. Una taza vacía con el borde mordid… La radio sigue hablando
Brilla la luna, canta el zarzal, bajo su sombra te vi pasar. Eran tus pasos
Camina la brisa con los pies descalzos de la tarde… silenciosa, como un eco dormido en la nostalgi… Las hojas tiemblan