Una flor blanca en el llano despertó con la mañana, y al sentir brisa temprana extendió su débil mano. “Viento suave, luz lejana,

Era pequena, de mango redondo, la que siempre removia mi mundo. Ahora el cafe se enfria sin fondo, y el azucar llora en lo profundo. No es cualquier cuchara, no exager…

Es fiebre de lunas en la garganta, un río que llora versos de fuego, la danza febril del viento y del r… el eco que canta, el llanto que en… Es sangre morena que nunca espanta…

Lo guardamos en el pecho como un huésped que no avisa, y aprendemos a mirarlo sin que rompa la sonrisa. Lo nombramos en susurros,

En un jardín florido, rosa y mariposa, comparten alborozo en danza primorosa. La rosa, tan fragante,

El: el perro sigue mirando como si yo supiera

1. El gato con botas rojas Había un gato en mi tejado, con botas rojas y un gran sombrero… saltaba alto, daba un brinco, y hacía acrobacias en el alero.

Todavia arde la lampara que encend… Aun cantan los ruisenores en los p… Quedan cartas sin abrirse en cajon… Siempre queda una flor viva entre… Todavia guardo el vaso que tocaste…

El rio y su plegaria Va murmurando el arroyo una plegaria de espuma, y entre los cantos se esfuma el eco azul de su apoyo.