_El dilema del Lunes_
El lunes llegó sin previo aviso,
como un ladrón con traje y permiso.
Yo me escondí bajo la almohada,
pero el despertador no perdona nada.
Me levanté con cara de espanto,
pelo enredado y ánimo en llanto.
El café intentó hacer su magia,
pero mis ojeras pedían más gracia.
Salí a la calle medio dormido,
con un calcetín de distinto estilo,
y cuando el bus estaba en la esquina,
recordé que olvidé la mochila.
El jefe me mira, me mira y me mira,
con cara de “hoy no hay salida”,
y mientras me da la charla infinita,
yo sueño con cama y con margarina.
Pero la semana no dura un siglo,
pronto vendrá el viernes divino,
con su promesa de cama y descanso,
y yo gritaré: ¡No vuelvas, lunes malvado!
Que quebradero de cabeza es trabajar con el personal de una empresa! Yo oficialmente tengo el Viernes libre, solo que debo enviar la sistema el horario de los empleados de la semana, el fin de semana tiene otro supervisor, pero desde anoche le llegan mensajes" No me ponga en horario el Lunes : Tengo conferencia con los maestros, tengo que ir al dentista, el gato tiene que ir al veterinario, llega mi abuela de visita, tengo agotamiento mental y recuerde, que es un día de enfermedad y me lo deben pagar, mi carro no anda bien..............Creo que pondremos la regla de que quien no pueda trabajar los Lunes, busque su propio sustituto y me evito que se me arruinen mi queridos Viernes, y hoy me voy con los poetas a celebrar y a compartir. Mi celular a a estar en modo de "no molestar" y he dejado un mensaje claro: Llamen a la pobre asistente y vean como resuelven.
