En las sombras del anhelo, brilla el fuego de un suspiro, como un eco azul y bello. Se desliza en lento giro, cual un río sin sendero,
Morir En el susurro De la noche desierta. Morir buscando El único refugio
1. Valora el tiempo como un gran t… que en cada instante guarda su oro… 2. Cultiva el alma con fe y bondad… y siembra en el mundo más humanida… 3. Cuida el cuerpo, tu fiel compañ…
Poemas alegres ¡Hurra por mí! ¡Hurra por mí y por ti! ¡Hurra por saltar y andar! Por reírme porque sí
El sombrero parlanchín Había un sombrero curioso, con plumas de un pavo real, se posó en la cabeza de un niño... ¡y empezó a conversar!
Lo extraño no es caer, es quedarse suspendido, como ramas en invierno aferradas al vacío. Lo extraño no es callar,
Los hijos no se van, la vida los l… y aunque el alma los quiera retene… sus pasos dibujan su propia trama, sus alas nacieron para aprender. Ya no eres su faro, solo un reflej…
Tu nombre es un río que nunca se q… un rumor de mar en la piel de la t… una grieta de luz que atraviesa la… Caminas descalza sobre la memoria, con las manos abiertas y el pecho…
En la penumbra canta el viento air… tejiendo en plata el velo de la lu… el cielo diáfano, con luz ninguna, guarda el latir de un pecho desola… Amor errante, fuego desbordado,
En el café perdido del recuerdo, hallé tu sombra dibujando el vient… Mi pecho, brújula de un sentimient… se ancló en las calles de un amor… Tus risas, hojas caen en este acue…
Mamá, vamos juntas a pescar, pero en vez de peces, flores del m… Con nuestra red hecha de sol, atraparemos colores en un caracol. Las olas nos cantan con dulce rumo…
Queda el eco de tus pasos cruzando la alfombra. Una hebra de tu pelo enredada en la rejilla del desagüe… El amor—
Se alza el cielo en su quebranto, gris espejo de mi ser, y en su bruma dejo un canto que no puedes hoy leer. Tu mirada, sol dormido,
En la mesa reposa un tazón brillan… la crema se alza con toque divino, suave y blanca como un manto elega… de dulzura perfuma el aire fino. El coco se teje cual nieve al pasa…
Cuando el mal te besa, no llega como tormenta, ni con estruendo en la noche; llega suave, como el susurro de un viento cálido