Valquirias en la Calima ©2022 Tomás Osorio del Río
Entre sesenta y cuatro casillas nos quedan dos piezas: un hombre de arcilla y un chico que empieza. Son ambas casillas opuestas:
Redondez glaseada, su óvalo, en su azúcar, imprégnate, sangre m… nútrase anómalo órgano, expóliese en cada surtido; Uróboros, estudiante tardío,
Como una nube la oceánida elige el mar que la espuma cubre; y de rojo se tiñe. Como esponjosa nube
Se me ha antojado el panecillo, se me antoja... ese churrusquillo, de toma, pan y moja. Se me ha antojado
Si, soy yo, los ojos de la misantr… Oscuridad pestilente de lágrimas durmientes que ensombrecen la anarquía. Si soy yo, caballero de la muerte,
Amo la intensidad con que pronuncias tus palabras Y las transformas en emociones que no marchitan ni se apagan. Esa feminidad
En las llanuras del toral, tras la posada, se avista un columpio en una terraza, donde los niños juegan
Amor por reconocer, éxtasis de anciano Apolo, quien reclama por antojo su entero desvanecer. Acallaste a sus amores.
Concédeme esta tentación, la ocasión de tumbarme en las ramas de tu cama. Te muestras, mujer fatal,
Boreales y purpúreas se muestran por no ocultarse de su luz y sus destellos. Una esfera ha de apartarse para que manche su tenue brea
Del anciano ciprés vuela el pato empujado por la brisa. Pasa mal rato, tiene prisa,
Adiós, mi viejo amigo, ahora que te has ido vida nace en un pardal. No es una coincidencia, que de todas aparezca
Callan las mentiras lo que al hambre dan cobijo. Callan y callan las mentiras Vuelven las tormentas de verdades sin incisos.
En su elegancia me perdí por su carisma me detuve soportaron mi desliz las emociones que contuve. Me perdí
Cuando la guerra estalle Y la tierra colapse Caerán bombas en tu casa. Acuérdate entonces de tu nación Tras las putas fronteras