La aurora se contempla en su regazo:
su falda rosa la despliega el río.
Hay un cañaveral en desvarío
que luce verde y piruetero lazo.
La estrella de azahar cuelga su brazo
del limonero, duro de rocío.
Hay un ternero que se ahuyenta el frío
ciñéndose a la luz en un abrazo.
Una piragua va tras la lejana
sinfonía del sol de la mañana
recortando en la orilla su silueta.
Brinca una voz de hombre que saloma
entre aquellas espigas de la loma
y la brisa despierta a la veleta.....