He atado mis demonios a tu locura, el vaivén de quimeras no me suelta… No me deja esta sartén flameante, de pensamientos impuros. Oscilar tu cuerpo como bandera,
Al tajar esa mirada paulatinamente… el sol se hundía en el mar. Al insertar ideas en un soneto, musitaba los compases al oído. El garbo tallado y con mesura,
quizás no puedas verme, quizás no puedas sentirme o quizás puedas sentir la fuerza de mi energía al abrazarte. He tratado de abrazarte millones de veces, en la calle, al comer, al estar...
Llevaba la cremallera a medio cerrar y la barba frondosa por días postergados de cuidado. La botillería había cerrado y la única tienda de al lado, alumbraba con baja luz de vela a las ...
Caían frágiles gotas que se posaban en el verdor del césped recién cortado. El silencio interrumpido por el frenar de una van, llamaba mi atención. No debí hacerle caso a tal inoportuno...
No creí haber puesto la cafetera al lado de la mermelada y la bolsa del pan. Fue extraño, sigiloso y súbito, a pesar que me entretuve con una vieja revista de sociales por medio minuto....
Camino hacia el nogal, hacia el borde del precipicio, veo tu casa, aquel tendal. El espacio entre mi música y tu...
Ahí voy nuevamente castigado por agujas, como llegado de guerra, cansado, hastío ante los diarios y
El crudo recuerdo tácito, ha vuelt… Las amapolas han embellecido el se… mientras las moscas no paran de mi… frotando sus asquerosas patas que… Parados, erizados lo bellos del br…
Habíamos pernoctado en una vieja casa en Louisina, Indiana un 4 de abril de 1920. Una inquieta abeja revoloteaba mi sentido auditivo mientras una revista Ziegfeld Follies posaba la pági...
La penumbra ha causado lastima en… Viajes extraordinarios hacia los m… Los mártires han dejado huella, ha… ¡volad! muéstrame la insignia que… Enséñame a leer la mirada extraña…
He escrito un mensaje hacia el bor… he deseado entre sabanas en aquel… He confesado que soy un fiel amant… un hombre terco y pésimo en el aje… La he imaginado mirando las velas,
Las calzadas de abundante comercio, me invitan las señoras un pequeño buñuelo. El menaje roto entre las rejas de la puerta, las comadres discuten por unos trapos de lujo; canta a la gat...
Aveces quiero pintar un rostro, un blanco amanecer, un blando ocaso. Los viejos pinceles piden un laber… quizás un vagón,
Se que he de morir en alguna estac… no me da miedo, no me da sed. Se que el llanto ajeno y multitudi… no evitará la partida,