De pensarte, te suspiro.
Sin sentirte, te respiro.
Muriendo en ti, me siento vivo...
Tus labios son mi destino,
Tu lengua es mi paraíso...
Mi pecho te nombra con cada latido.
Mi mente mantiene a tu recuerdo cautivo.
Mis pliegues anhelan tus roces furtivos...
Mis letras se agotan sin ningún motivo,
Mi cuerpo se abruma al recordar que te has ido...