El labrador de mi pueblo lleva una azada en la mano que grandes tiene las manos el labrador de mi pueblo cavando de sol a sol

Máter España de barba peregrina, que falta a misa de doce, que no conoce rutina, masona, judía, cristiana,

Viajero que regresas a esa ciudad… donde una dulce nieve empapa la ra… donde llegan los barcos cargados d… a muelles laboriosos como mi coraz… Háblale de mi vida, las autopistas…

Hierven los clubs y los adolescent… comen pastillas de colores. Harto de mal vivir el siglo veinte muere de mal de amores. Los hechiceros de la tribu resucit…

Tus mohines son menos inocentes que tus patines y tus espinillas, líbreme Alá de las adolescentes sagitario, con rímel y en cuclilla… Declino estar un mes con agujetas

Tolito tiene un dado y una paloma, una tos y una copa llena de vino, y unas ropas con polvo de los cami… caminos que jamás llevaban a Roma. Mago de las barajas y la sonrisa,

En la vida conocí mujer igual a la… coral negro de La Habana, tremendísima mulata. Cien libras de piel y hueso, cuarenta kilos de Salsa,

Su oficio es escupirle al firmamen… su vicio vomitar en las medallas, su gramática parda y su talento se crecen al fagos de las batallas… Exhibe un pedigrí con lamparones,

Ultramarino amor, bruja granita, recién conversa al puente de Trian… pura sangre, tirana, gabachita, pies dorados con pe de peruana. Lo peor de lo malo de lo horrible

Echado en la cama, escuchando a Sabina, me entraron las ganas de chocolatinas. No sé qué sucede

Mi primera manzana se llamaba quié… mi primera ventana se llamaba porq… mi primer laberinto se llamaba muj… mi primer vino tinto se llamaba No… Mi primer fugitivo se llamaba extr…

No soporta el dolor, le divierte i… que vive lejos, en un raro país, cuando viaja en sueños lo hace sin… cada vez que se aburre de andar da un salto mortal.

Pucela se desvela despeinada después de la cruzada de Sevilla, y, en capilla, Madrid, con la anda… del ocho que no es mocho de Jandil… Martes se llama el Sábado que odi…

Borja, como te ajogues te mato. Termínate primero el melón, Y luego las tres horas de la diges… Hay que ver qué mal rato, Pero el niño no me quiere comer,