Ruth Fernández

Hijo de la Luna

Fuiste una compañía intermitente, que aparecía en los momentos en los que más te necesitaba.
A tu lado pase momentos inolvidables que guardo en el lugar donde pongo las cosas que me hicieron realmente feliz.
Todas las noches que me regalaste, fueron muy especiales y están grabadas en mi piel.
Contigo siempre me sentí libre, en tus brazos descubrí mi verdadera naturaleza...
Y juro que te ame, con mi amor superficial que conoce tu ser superficial, en nuestra aventura superficial, que tocó la profundidad de mi ser.
Tal vez algún día, en otra vida, nuestras almas salvajes y traviesas vuelvan a coincidir para hacer la magia que sabemos hacer.




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