Sentada en el parque, viendo hormigas, donde antes hubo parejas de la mano.Y en el árbol, se escucha una risa sarcástica... quizá el señor de las verdes hojas recuerde aquéllas tardes p...
El solemne vuelo del que huye el s… la realidad tallada de pasado, de… y esparcir la noche en la nada, si… allí, donde se origina lo que no t… María Cayo.
Todos los días tengo un suicidio me voy matando en cada mujer que f… en pedazos pequeños... para que nadie note mi ausencia por cada otra que muere
Con la mitad de palabras liberadas para aprender de ti, conocer tus afanes y grises de los días, amores, nostalgias hubiera edificado el cielo,
Abrazo los árboles amputados para reescribir tu nombre en un bosque simulado de verde, piso la hojarasca salvaje encuentro un beso despidiéndose
No soy la muñeca fitness, ni que usa altos los zapatos puedo dormir hasta mañana y llegar tarde a todos lados. A veces, hubiera preferido
No moriré tanto, para secar los ca… se han de madurar los frutos de m… y caerán de tus ojos, las horas no… y quedaremos ciegos, de tanta dist… Necesito sentir el néctar de tu a…
Es la hora del frío, tejo caricias de hilo fino y caliento mis manos, para que sean bufanda en tu cuello.
No era la inteligencia callada ni la temperatura de tus manos no recuerdo ninguna palabra no fue tu nostalgia, ni tu gato (olvidado en algún ropero)
Habrá un día que aparezca, con un mínimo de fe y certeza, cuando en las húmedas manos desaparezca la esperanza se alargará el brillo de la luna y
Hace varios otoños, que solté el único globo lleno de aire y suspiros que quedaba en mi mano. Se perdía suave y dócil
No sé como responder a una pregunta simple. Tampoco a una compleja. Ignoro que se dice ante una pintura famosa, la veo con desánimo. Las palabras son rugosas como un peñasco o un maulli...
Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
el autobús que no pasará a tiempo… el teléfono descolgado a voluntad el cenicero lleno de basura el estómago de vacíos el árbol de invierno
Mi amante secreto, que desde ese o…