Rodrigo barra

Avecillas pasajeras

...

Siguiendo aquel camino que debía seguir,
Sin darme cuenta me di cuenta
Que todo lo blanco tiene su tinte gris,
Que no hay dicha sin preludio infeliz
Y que después del llanto, siempre se vuelve a reír.
 
Las flores en invierno se marchitan,
Pero siempre hay esperanzas de que vuelvan a florecer;
El invierno se va, la primavera llega
Y del panal vuelve a destilar la miel.
 
Hubo un momento en que detuve mi andar,
Mire hacia el cielo, respire hondo y exclame:
Somos una milésima de la nada en la inmensidad de un todo..., y llore.
 
Crueles fueron los jilgueros, pues cantaron en mi llanto;
Más la brisa piadosa beso mis mejillas como un consuelo sacro.
 
La mariposa de la alegría volvió a posarse en mi rostro, y continúe mi andar
Al comprender que solo somos
Avecillas pasajeras en el cielo hostil de
esta humanidad.

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