Me encuentro en el exterior,
con frío, con sueño.
Tratando de omitir todo pensamiento,
ajeno a mi libro.
Pero se me es imposible
con tu presencia entre cientos.
Aléjate,
lo pido,
lo imploro.
Lo grito sollozando a
Las gastadas páginas de mi mundo.
Con mi cansada y afónica voz,
Lo susurro al viento,
Que es lo único que está,
Sin ser otro pensamiento.
Rompo en silencio,
Todo mal recuerdo,
Toda mala acción,
Toda tonta idea.
Empiezo a entrar en remordimiento,
Donde solo los fantasmas anhelan el dolor de mis recuerdos.
Así como el tiempo avanza y queda,
Como la realidad muere,
Queda muerta.