#EscritoresCubanos
Cielo azul, verdes manglares, calvas colinas; y el río que al pasar junto al bohío aquieta sus alamares. Garzas de leves andares,
La tarde era una aurora; el sol po… incendio, entre las lindes del oca… Rojas nubes amantes a su paso le besaban con ósculo fulgente. Hacían mar y cielo un ascua ingent…
“Me hice o me desdoblé artista. ¿No dicen que el artista nace? En arte lo amo todo. Cultivo la pintura y carrapateo en prosa y verso. Siempre tuve temor de publicar. Lejos de ser secta...
Cuando, en las horas cálidas de la… en tus mejillas róseas se enciende… tu carne nacarina con eretismo que… tu cuerpo es una llama que tiembla… Hay fuertes contracciones en lo ho…
Desde el balcón ruinoso de baranda… que como boca horrible del muro se… miro con ojos tardos hacia el verg… en donde el viento airado las pomp… En el confín borroso, un horizonte…
Como queda abatido el oleaje después de haberse levantado cumbr… y lame del peñón la pesadumbre, haciendo espuma lo que fue coraje, así tú, tras el ímpetu salvaje
Pelo corto y negro, (toca que ata cinta colorada) voz que un sortilegio evoca, ojos de sierpe encantada, frente fugitiva, y boca
Y mañana, como un asno de noria, el retorno canalla y sombrío, doblar la cabeza y escribir: Al juzgado, con los ojos aún llenos de lumbres…
La casa, en una lometa propicia para admirar, me convida a ver el mar que es pintor y que es poeta. A mis pies se parapeta_
Como una anciana de postizos grise… con la mañana se despierta la brum… y con la lentitud de sus años, en… de la Naturaleza, va borrando mont… horizontes y cielos. De repente
Como yo la esperé, también mi choz… con su alma sin vida la esperó; y la ausente –esperanza vagabunda– para hacerme poeta retornó. A la puerta insegura de mi choza
En la gloria de la mañana, un celaje deja pasar el sol. El viento encarruja sutilmente las olas, que besadas por la luz parecen una floración argéntea
Como chispas apagadas del volcán de tu pasión, se distienden cual regueros de aza… por lo blanco de tu cutis en carna… Maquinando una leyenda
En las ruinas del muro y la presa envejecen la piedra y el agua sobre las que mayo prende su verde cana.
Hiende el berilo una gaviota con reverberación de plata, y sobre el mar vibra la nota de un foque gris que se desata. La ventolera ruda azota,