#Cubanos #SigloXIX #SigloXX
Intocada, esculpida por la mano de artífice inmortal, de tus carnes turgentes se despren… hálito primaveral. Impoluta mujer de mis pesares,
Hominicaco, no seas curioso. Deja en paz las estrellas; haz un mondadientes con tu telesco… ¿De qué te serviría descubrir el m… de los mundos si has _siempre_ de…
“El pistilo es el pene de la flor.… _¡Ave María Purísima! ¿Quién ha dicho ese horror?
Yo tallo mi diamante, yo soy mi diamante. Mientras otros gritan yo enmudezco, yo corto, yo tallo; hago arte en silencio.
Expira la tarde. En el interior d… la casa solariega, silenciosa y or… te, la penumbra cuelga sus tules.… repente, el crepúsculo, como un pi… curioso, irrumpe por debajo de la
Mirándote desnuda junto al lecho, como un ensueño que se hiciese vid… pongo un beso de amor –ala encendi… entre las prominencias de tu pecho… En tanto bebo la fragancia suave
Traje negro como para asistir a un funeral. Rubí el párpado. Camisa blanca. (Cuando la suele usar.) El pico inquisidor.
Muestra la arena su ropaje gualda; la armazón del manglar rumia y obs… la rada es una cinta que se enerva en azules y en lívidos se balda. El cielo es luz que por lo recia e…
Como queda abatido el oleaje después de haberse levantado cumbr… y lame del peñón la pesadumbre, haciendo espuma lo que fue coraje, así tú, tras el ímpetu salvaje
A las doce de la noche se improvisa el concierto: audición de una fanfarria singular… Súbito brama una fiera: la sirena-… de un central: fa, fa, fa-sí, fi–…
Con el beso solemne que la Aurora a la Tierra le ofrenda antes que el Sol asome su cuadriga y los cielos encienda, me incorporé en el lecho, ensombre…
Y mañana, como un asno de noria, el retorno canalla y sombrío, doblar la cabeza y escribir: Al juzgado, con los ojos aún llenos de lumbres…
La gama de la tarde me invita a soñar: Blanco y azul: un vuelo de gaviotas sobre el ras de la mar.
Calla, cobarde! Te repudio. Queda en el hondo cubil de tu ignorancia… sería descender de mi arrogancia herirte con mi látigo de seda. La dignidad es dique; honor me ved…
Como yo la esperé, también mi choz… con su alma sin vida la esperó; y la ausente –esperanza vagabunda– para hacerme poeta retornó. A la puerta insegura de mi choza