Agrio portero nos aturde ahora. Antes veló por nosotros, y ya azuz…

Tuvo que descender para buscarte, llegar a sus confines, sufrir por no reconocer su rostro, caminar mecánicamente, sin saber s…

Vengo de un reino extraño, vengo de una isla iluminada, vengo de los ojos de una mujer. Desciendo por el día pesadamente. Música perdida me acompaña.

De tanto imaginarte, sonreírte, es… Respiro tu llegada; ya sin creer. No me pidas explicaciones. No me quites la idea que tengo, ta… No me pruebes, por favor, en terre…

De pronto aparece en la puerta, como tallado, el acreedor. Viene en busca de su salario. Tiende su mano izquierda desde la entrada, inmóvil. Los dos nos miramos sin comprender. Reconozc...

Yo viajo a los espacios transparen… Conmigo está tu chal de lana, el v… tus zarcillos con que ibas al merc… El perro que nos despertaba pasa s… No es magia, sencillamente nada he…

Acuñar quimeras como soles muertos para los ojos de un fantasma, no es tu tarea.

Es recio haber gastado días, meses… saber de quién. Recio no poder ver… Recio ignorar lo que nos devasta.

¿En la confusión, tu rostro estará en el lado opuesto también, poniéndole el sello al naufragio, con el gran vendedor?

Rosa de claras risas que golpea siempre un mismo jirón de luz y a un blanco río de trópico que duerme