Viento contra viento. Yo, torre de mando, en medio. Remolinos de ciudades bajan los desfiladeros. Ciudades del viento sur,

No hagas caso, Altair, de las murmuradoras, ciegas conste… calumniosas estrellas solitarias, los errantes cometas o las indefinidas oscuras nebulosa…

Cuando mi madre llevaba un sorbete… y el humo de los barcos aun era hu… Mulata vuelta bajera. Cádiz se adormecía entre fandangos… y un lorito al piano quería hacer…

Nos dicen: Sed alegres. Que no escuchen los hombres rodar… ni el más leve ruido de una lágrim… Está bien. Yo quisiera, diariamen… mas hay horas, hay días, hasta mes…

Las cochinillas de humedad, las mariquitas de San Antón, también vagaba la lombriz y patinaba el caracol. Infancia mía en el jardín;

Carcelera, toma la llave que salga el preso a la calle. Que vean sus ojos los campos y tras los campos, los mares, el sol, la luna y el aire.

Tal vez, oh mar, mi voz ya esté ca… y le empiece a faltar aquella tran… aquel arranque igual al tuyo, aque… que era tan parecido a tu oleaje. Han pasado los años por mí, sus du…

Vírgenes con escuadras y compases, velando las celestes pizarras. Y el ángel de los números, pensativo, volando,

Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera! Siempre me la inflaba el viento

Huele a sangre mezclada con esplie… Venida entre un olor de resplandor… A sangre huelen las quemadas flore… Y a súbito ciprés de sangre el fue… Del aire baja un repentino riego

l Pensad en aquella hora: cuando se rebelaron contra un rey… los ojos invisibles de las alcobas… Lo sabéis, lo sabéis. ¡Dejadme!

Porque al fin te perdieron fuegos… y humos lentos velaron velaron el castillo, nívea cárcel. donde la rosa olvida sus fantasmas… mi corazón, sin voz, ni batallones…

¿Por qué me miras tan serio, carretero? Tienes cuatro mulas tordas, un caballo delantero, un carro de ruedas verdes,