Jesús miraba hacia el Jordán. Caí… la tarde melancólica y serena, y el oro del crepúsculo teñía los árboles y el agua. De repente un hombre apareció de entre el bos…

Te me vas, torcaza rendida, juvent… dulcemente desfallecida... ¡Te me… Tiembla en tus embriagueces el dol… –¿Y nada más? –Y un poco más...

Yo tuve un pensamiento de inspirac… seguro como un monte y arduo como… Encerraba el misterio de la onda m… del vuelo de las águilas, del ritm… Jamás lucero alguno vertió desde l…

Hay días en que somos tan móviles,… como las leves briznas al viento y… Tal vez bajo otro cielo la Gloria… La vida es clara, undívaga, y abie… Y hay días en que somos tan fértil…

¿Mi nombre? Tengo muchos: canción… ¿Mi acción? Vi un ave hender la t… Busqué su huella y sonreí llorando… y el tiempo fue mis ímpetus domand… ¿La síntesis? No se supo. Un día…

¡Oh juventud, y el corazón, y Ell… ¡Música en el silencio del palmar! Brilla en mi cielo temblorosa estr… y el corazón, la juventud y Ella me infunden vago anhelo de cantar.

Mi vaso lleno –el vino del Anáhua… mi esfuerzo vano –estéril mi pasió… soy un perdido –soy un marihuano– a beber y a danzar al son de mi ca… Ciñe el tirso oloroso, tañe el joc…

El son del viento en la arcada tiene la clave de mí mismo: soy una fuerza exacerbada y soy un clamor de abismo. Entre los coros estelares

El árbol que sombrea la llanura tiene cien años de acendrar sus mi… de temblar bajo el júbilo del ciel… alargando sus frutos sazonados, de escuchar el silencio de la noch…

Nada a las fuerzas próvidas demand… pues mi propia virtud he comprendi… Me basta oír el perennal ruido que en la concha marina está sonan… Y un lecho duro y un ensueño bland…

Coro: Nosotros somos los delirantes, los delirantes de la pasión: ved nuestras vagas huellas errante… y en nuestras manos febricitantes

Pintad un hombre joven... con pala… y puras; con palabras de ensueño y… que haya en la estrofa el ritmo de… y en la rima el encanto móvil de l… Destacad su figura, neta, contra e…

¡Oh, qué gran corazón el corazón d… en esta noche azul y pura y revere… todo lleno de amor y de piedad sag… y fuerza suficiente! Yo lo escucho latir y comprendo mi…

Ala bronca, de noche entenebrida, rozó mi frente, conmovió mi vida, y en vastos huracanes se rompió. Iba mi esquife azul a la ventura, compensé mi dolor con mi locura,

Viento de la mañana, viento sonoro, viento de armonía, inquietud de los árboles, efluvio de las rosas, que de la noche vienes y despierta…