#1960 #ElHacedor #EscritoresArgentinos
Apenas una cosa entre las cosas pero también un arma. Fue forjada en Inglaterra, en 1604, y la cargaron con un sueño. Encier… sonido y furia y noche y escarlata…
La obra visible que ha dejado este novelista es de fácil y breve enumeración. Son, por lo tanto, imperdonables las omisiones y adiciones perpetradas por madame Henri Bachelier en un cat...
El hombre que desembarcó en Buenos Aires en 1871 se llamaba Johannes Dahlmann y era pastor de la Iglesia evangélica; en 1939, uno de sus nietos, Juan Dahlmann, era secretario de una bib...
En el decurso de mis muchas, de mis demasiadas conferencias, he observado que se prefiere lo personal a lo general, lo concreto a lo abstracto. Por consiguiente, empezaré refiriéndome a...
Caminas por el campo de Castilla y casi no lo ves. Un intrincado versículo de Juan es tu cuidado y apenas reparaste en la amarilla puesta del sol. La vaga luz delira
El libro es de Olaus Magnus el te… que no abjuró de Roma cuando el N… profesó las doctrinas de John Wyc… de Hus y de Lutero. Desterrado del Septentrión, buscaba por las t…
Heráclito camina por la tarde De Éfeso. La tarde lo ha dejado, Sin que su voluntad lo decidiera, En la margen de un río silencioso Cuyo destino y cuyo nombre ignora.
Indigno de los astros y del ave que surca el hondo azul, ahora sec… de esas líneas que son el alfabeto que ordenan otros y del mármol gra… cuyo dintel mis ya gastados ojos
Los católicos son muy susceptibles…
Mirar el río hecho de tiempo y agu… y recordar que el tiempo es otro r… saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el ag… Sentir que la vigilia es otro sueñ…
En el bronce de Homero resplandec… negro vino que alegras el corazón… Siglos de siglos hace que vas de m… desde el ritón del griego al cuern… En la aurora ya estabas. A las ge…
En esa biblioteca de Almagro Sur compartimos la rutina y el tedio y la morosa clasificación de los l… según el orden decimal de Bruselas y me confiaste tu curiosa esperanz…
En cierta calle hay cierta firme p… con su timbre y su número preciso y un sabor a perdido paraíso, que en los atardeceres no está abi… a mi paso. Cumplida la jornada,
Yo dormía en la cumbre y era hermo… Mi cuerpo, que los años han gastad… Alto en la noche helénica, el cent… Demoraba su cuádruple carrera Para atisbar mi sueño. Me placía
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, p...