#Colombianos #Mujeres
Hoy vi que a ese lugar donde te am… —y donde fue temblor nuestro silen… cuando anunció con voz eterna la a… que ya se alzaba el día— llegaban implacables los hombres c…
Hasta el fondo del vaso desde tu oscuro fondo caían las palabras difíciles amargas
No me culpes. Por rondar tu casa como una panter… y husmear en la tierra tus pisadas… Por traspasar tus muros, por abrir agujeros para verte soña…
Para tus ojos quisiera yo beber el dulce azogue, y amanecer cubierta de polvo de me… como una joven faraona muerta. Robarles su color a los almendros,
Ese sonar de aldabas me levantó de… sobresaltó mi corazón dormido. Cuánto ruido trajiste a esta casa: Qué músicas extrañas, qué silencios no oídos.
Dice Claudia que las tardes sombr… nos tranquilizan. Todo en ellas es… para el desasosiego entre sus fald… Es cierto, Claudia. En las tardes nubladas la vida pas…
No insistas. Alguien allá a lo le… Alguien destaza el corazón del tie… Alguien allá a lo lejos acaba con…
Ahora que ya remonto la mitad del… yo que siempre me apené de las gen… yo, que soy eterna pues he muerto… y que alargo mis brazos al sol en… en las noches y me canto canciones…
Los saludables, los briosos estudi… y mejillas felposas, los que encie… y respiran su aire como recién nac… los que buscan rincones para mejor… y dulcemente eternos juegan ruleta…
Condenada a ser sombra de tu sombr… a soñar con tu nombre en cada madr… Por la ventana abierta un olor err… de vida, —¿y tú en que calle?— un temblor en la luz,
¿O siempre ha sido tarde, amor, au… el tiempo y el lugar y esta furia… Siglos y siglos y cualquiera diría que han venido a encontrarnos para… ¿Pero cómo se explica que sean las…
Por el camino de tu lengua yo podr… hasta la negra Abisinia o cabalgar hasta Bengala o Nankin porque ella es sabia como un viejo… enseña sobre el cielo
Exacto y cotidiano el cielo se derrama como un oscuro… se agazapa a dormir en los zaguane… endurece los patios, los postigos, enciende las pupilas de los gatos.
Aquí dijiste... Aquí dijiste: “son hermosos los ojos húmedos de los caballos”. Y aquí: “me encanta el viento”.
Como un depredador entraste en cas… rompiste los cristales, a piedra destruiste los espejos, pisaste el fuego que yo había ence… Y sin embargo, el fuego sigue ardi…