La noche es la gran duda del mundo y de tu amor. Necesito que el día cada día me diga que es el día, que es él,

Dame tu libertad. No quiero tu fatiga, no, ni tus hojas secas, tu sueño, ojos cerrados. Ven a mí desde ti,

¿Por qué tienes nombre tú, día, miércoles? ¿Por qué tienes nombre tú, tiempo, otoño? Alegría, pena, siempre

¿Quién, quién me puebla el mundo esta noche de agosto? No, ni carnes, ni alma. Faroles, contra luna. ¿Abrazarme? ¿Con quién?

Sin armas. Ni las dulces sonrisas, ni las llamas rápidas de la ira. Sin armas. Ni las aguas de la bondad sin fondo,

¿Las oyes cómo piden realidades, ellas, desmelenadas, fieras, ellas, las sombras que los dos for… en este inmenso lecho de distancia… Cansadas ya de infinidad, de tiemp…

Pensar en ti esta noche no era pensarte con mi pensamiento… yo solo, desde mí. Te iba pensando conmigo extensamente, el ancho mun… El gran sueño del campo, las estre…

¡Qué de pesos inmensos, órbitas celestiales, se apoyan —maravilla, milagro—, en aires, en ausencias,

¿Por qué querer deshacer un nudo que Dios ha hecho? Sí, yo sé que los dos hilos andaban flotantes, sueltos: pero un día sopló un viento

¡Sí, todo con exceso: la luz, la vida, el mar! Plural todo, plural, luces, vidas y mares. A subir, a ascender

¡Si tú supieras que ese gran sollozo que estrechas en tus brazos, que esa lágrima que tú secas besándola,

¿El pájaro? ¿Los pájaros? ¿Hay sólo un solo pájaro en el mun… que vuela con mil alas, y que cant… con incontables trinos, siempre so… ¿Son tierra y cielo espejos? ¿Es…

No rechaces los sueños por ser sue… Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se ac… La realidad es un sueño. Si soñam… que la piedra es la piedra, eso es…

No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración