Encomienda
Me sacaste de Egipto, gran maestro divino, Tú me has proveído, nada me ha vencido. Estoy aquí, por ti,
¿Cómo expando tu reino a mi hermano el pobre, que todo ha perdido y de ti se ha ofendido? Si tu me has consentido
Aun con mil y un demonios, si mis manos no tomas, cuando lo peor se asoma, veo yo gran oprobio. Respeto tu postura,
Perdona padre a tu pecador, apiádate de su alma en muerte, para que en tu gracia puede verte y viva eterno en tu esplendor. Sin ti solo es un pecador,
El sabor de la ira, hace hervir la sangre, incita a maldades, calienta noche y día. El sabor de la ira,
No eres una princesa cualquiera, en la cima de una torre encerrada, esperando en suspiros, ser salvada… porque tú te rescatas cuando quier… En cambio, una numen valiente y ti…
Hay noches como hoy donde no te extraño, quizá esté mal pero no es engaño, miro sorprendido
1. La herencia de Abraham: visualiza, cree en el bienestar sin mirar atrás, corre, anda sin cesar, atención a las estrellas, tierra f…
Témeme. Yo para amar estudio. Yo para amar soy ciego. Yo para amar no soy cuerdo Yo para amar no mido.
Padre deseo estar contigo, de rodillas ante ti, disfrutando tu presencia, maravillado en vivir. Y este deseo flamante,
Hoy me puse caprichoso, entendí qué es el ritmo: a los versos da buen tino, a mí me hace dichoso y al ego orgulloso.
Quédate un poco quieto, con ímpetu y parsimonia, escucharas al viento, pero pon mucha atención, que es un ilustre maestro,
¿Qué quieres de mi ansiedad? ¿Por qué tanto escarmientas? ¿Qué me haces recordar? ¿Por qué mi alma en pena? ¿Cuántos días pasarán,
Antes feliz en tu presencia, corazón contrito lloraba, en amor eterno gozaba, sin ver alguna decadencia. Ahora existo sin vivir,
Dios infinito te ama, no le importan tus males y pecados… solamente tu calma, que arda en ti su llama y así, manso se torne el asno.