III A la orilla, de mí ya desprendido, toco la destrucción que en mí se a… palpo ceniza y nada, lo que llueve el cielo en su caer oscurecido.

Bajo mis ojos te extendías, país de dunas –ocres, claras. El viento en busca de agua se detu… país de fuentes y latidos. Vasta como la noche,

Sobre las aguas, sobre el desierto de las horas pobladas sólo por el sol sin nombr… van los maderos tristes, van los hierros, la sal y los carb…

Devora el sol restos ya inciertos; el cielo roto, hendido, es una fos… la luz se atarda en la pared ruino… polvo y salitre soplan sus desiert… Se yerguen más los fresnos, más de…

Cierra los ojos y a oscuras piérde… bajo el follaje rojo de tus párpad… Húndete en esas espirales del sonido que zumba y cae y suena allá, remoto,

Dales la vuelta, cógelas del rabo (chillen, putas), azótalas, dales azúcar en la boca a las reje… ínflalas, globos, pínchalas,

UNA casa, un jardín, no son lugares: giran, van y vienen. Sus apariciones abren en el espacio

Seré breve. Sin embargo, como el tiempo es elástico, ustedes tendrán que oírme durante ciento ochenta largos segundos. Vivimos no sólo el fin de un siglo sino de un período histórico. ¿...

Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se desvanece entre alas

Verdes y negras espesuras, parajes… río vegetal en sí mismo anudado: entre plomizos edificios transcurr… y allá, donde la misma luz se vuel… y la piedra quiere ser sombra, se…

Un pulso, un insistir, oleaje de sílabas húmedas. Sin decir palabra oscurece mi frente un presentimiento de lenguaje.

Pulsas, palpas el cuerpo de la noc… verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estr… aliento de una boca, de unos labios de tierra.

En el azul unánime los domos de los mausoleos −−negros, reconcentrados, pensativ… emitieron de pronto pájaros.

Coronado de sí el día extiende sus… ¡Alto grito amarillo, caliente surtidor en el centro de… imparcial y benéfico! Las apariencias son hermosas en es…

Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron su cuerpo: tu pelo, otoño espeso, caída de ag… tu boca y la blanca disciplina de tus dientes caníbales,