¿Conoces los ríos de emoción,
de química maldita
y palabra infinita,
de aguas turbulentas
y desastres controlados,
conoces la vida después de la muerte
y el amor desordenado?
Que buena mi suerte,
pensando en otro
me puse a bailar de manos
y así te tuve por un rato,
te abracé, nos enredamos
y nos tocamos con el corazón roto,
roto de miedos,
roto de silencios,
rotos por escribir
y no decir lo que hay dentro.
Podría seguir agarrada de tu cuello,
de tus grandes hombros
y de tu risa nerviosa,
de tus explicaciones confusas
y tu esfuerzo maldito,
de tus poesías escritas
y tus intenciones benditas,
saltar a colarme en tus piernas
y a tocarnos el arte
con decencia o indecencia
sólo por amor al amarse.
Por amor al amor nos envolvimos
y por honor al amor nos alejamos,
por miedo quizás nos sentimos
y por miedo nos separamos,
pensado que pudo haber sido
pensando que excusa ha faltado,
deseando que fuese otro tiempo,
otro año, otro pasado.