#Chilenos #SigloXX #SigloXXI (1972) Emergency poems
A los amantes de las bellas letras Hago llegar mis mejores deseos Voy a cambiar de nombre a algunas… Mi posición es ésta: El poeta no cumple su palabra
HAY QUE PAVIMENTAR la cord… pero no con cemento ni con sangre como supuse en 1970 hay que pavimentarla con violetas hay que plantar violetas
Ya no me queda nada por decir Todo lo que tenía que decir Ha sido dicho no sé cuántas veces. He preguntado no sé cuántas veces pero nadie contesta mis preguntas.
Qué divertidas son Estas palomas que se burlan de tod… Con sus pequeñas plumas de colores Y sus enormes vientres redondos. Pasan del comedor a la cocina
El autor no responde de las molest… Aunque le pese. El lector tendrá que darse siempre… Sabelius, que además de teólogo fu… Después de haber reducido a polvo…
Este señor desvaído parece Una figura de un museo de cera; Mira a través de los visillos roto… Qué vale más, ¿el oro o la belleza… ¿Vale más el arroyo que se mueve
Señoras y señores Ésta es nuestra última palabra. —Nuestra primera y última palabra— Los poetas bajaron del Olimpo. Para nuestros mayores
Yo soy el Individuo. Primero viví en una roca (Allí grabé algunas figuras). Luego busqué un lugar más apropiad… Yo soy el Individuo.
Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne. Hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa. Suban, si les parece.
Por qué te entregas a esa piedra Niño de ojos almendrados Con el impuro pensamiento De derramarla contra el árbol. Quien no hace nunca daño a nadie
Atención, señoras y señores, un mo… Volved un instante la cabeza hacia… Olvidad por una noche vuestros asu… El placer y el dolor pueden aguard… Una voz se oye desde este lado de…
Pájaro con las plumas en la boca ya no se puede más con el psiquiat… todo lo relaciona con el sexo. En las obras de Freud es donde vi… las afirmaciones más peregrinas.
Cuando los españoles llegaron a C… se encontraron con la sorpresa de que aquí no había oro ni plata nieve y trumao sí: trumao y nieve nada que valiera la pena
Una vez andando Por un parque inglés Con un angelorum Sin querer me hallé. Buenos días, dijo,
Ah, es usted señor, usted, acérquese usted mi señor. «El padre de mi Lady»? Bellaco de los quintos infiernos. No soy nada de eso mi Lord. Perdón, os lo suplico. Te atreves a mirarme ...