#Chilenos #SigloXX #SigloXXI Poema incluido libro
Atención, señoras y señores, un mo… Volved un instante la cabeza hacia… Olvidad por una noche vuestros asu… El placer y el dolor pueden aguard… Una voz se oye desde este lado de…
Ya no me queda nada por decir Todo lo que tenía que decir Ha sido dicho no sé cuántas veces. He preguntado no sé cuántas veces pero nadie contesta mis preguntas.
Se me pegó la lengua al paladar. Tengo una sed ardiente de expresió… Pero no puedo construir una frase. Ya se cumplió la maldición de mi s… Se me pegó la lengua al paladar.
Nervioso, pero sin duelo A toda la concurrencia Por la mala voz suplico Perdón y condescendencia. Con mi cara de ataúd
Imposible entender a los chilenos los que se quedaron aquí no piensan en otra cosa que en irs… «este país no sirve para nada» los que se fueron sueñan con volve…
Ahora que ya revelé mi secreto quisiera despedirme de todos usted… en total armonía conmigo mismo con un abrazo bien apretado por haber llevado a feliz término
Pasé una época de mi juventud en c… A raíz de la muerte de un señor ín… Cuyo fantasma las molestaba sin pi… Haciéndoles imposible la vida. En el principio yo me mantuve sord…
Caminando sola Por ciudad extraña Qué será de nuestra Catalina Parra. Cuánto tiempo ¡un año!
De estatura mediana, Con una voz ni delgada ni gruesa, Hijo mayor de profesor primario Y de una modista de trastienda; Flaco de nacimiento
Una vez en un parque de Nueva Yor… una paloma vino a morir a mis pies agonizó durante algunos segundos y murió pero lo que nadie me va a creer
Yo me mantuve alejado de mi puesto… Me dediqué a viajar, a cambiar imp… Me dediqué a dormir; Pero las escenas vividas en épocas… Durante el baile yo pensaba en cos…
CREO EN UN + ALLÁ DONDE SE CUMPLEN TOD… AMISTAD
Lo queramos o no Sólo tenemos tres alternativas: El ayer, el presente y el mañana. Y ni siquiera tres Porque como dice el filósofo
Se prohíbe rezar, estornudar escupir, elogiar, arrodillarse venerar, aullar, expectorar. En este recinto se prohíbe dormir inocular, hablar, excomulgar
Durante medio siglo la poesía fue el paraíso del tonto solemne. Hasta que vine yo y me instalé con mi montaña rusa. Suban, si les parece.