crisis de aceptación
Este dolor me condena, me asfixia, me tortura.
Saberte de otra es una mezcla rara de sensaciones encontradas.
Felíz porque estás enamorado.
Triste y abatida porque no es de mí.
¡Qué bueno! ¡los felicito! te dije en un mensaje para los dos...
y por dentro moría.
Y sigo muriendo lentamente a cada segundo que te pienso,
te lloro y te veo en mi mente felíz, sonriente.
Celebro el amor! ¡sí! ¡claro que sí!
Lo celebro tristemente renunciando a tu ser,
lo celebro entre mates y poesía...¡soy una loca!
una equivocada, una ilusionada, una desilusionada,
una solitaria, una romántica, una mujer rota.
Pero a mi manera celebro que seas felíz.
No importa ella, no importa otra, no importa cualquiera
“verte feliz lo es todo”.
Creo que miento un poco, aunque diga la verdad.
Es confuso, es irreal.
Si estoy bien por vos, ¿por qué mis lagrimas mojan este papel?
Será que lo que escribo sale de mi corazón herido,
y las lagrimas ruedan transformadas en palabras de amor.
Amor dolido, amor sufriente, amor que calla y espera.
Amor que muere en mí y a la vez me mata.
Preferido o celebrado por...
