Sonora y armoniosa,
Paulatinamente llega a mis oídos,
Arriba lentamente con apocamiento,
El ímpetu de su humanidad.
Su altruismo y líricas dignas del esplendor,
Eufonía remanente de la serenidad,
Atenúa los pesares e incauta lo intrincante,
Remienda la melancolía que resta,
Perdura en su seso y ambigüedad.
Los compases de la sabiduría,
Los acordes de la sobriedad,
Escucho sosegado su sapiencia,
Irradia su luz de entereza,
Su hermosa melodía.