América Latina - 2019
Soy la violinista: desierto donde las notas laten violín crispado pecho en ebullición Soy la violinista:
Una niña. En una cajita Mamá le había entregado la herencia de sus palabras. Y Mamá había dicho
Vislumbro Caigo en el profundo océano Me atraviesan sales y torrentes
Hoy lloro a los muertos en vano Hoy lloro a los torturados en vano Hoy lloro
Aquella... Madre ve llegar a la joven hija pródiga con un bebe en brazos.
Dibujar tu cuerpo, Chile, trazar la longilínea costra de tus llagas. Bosquejar
Un río dentro de otro río un llano dentro de otro llano sin llama alguna Y el aliento tétrico de una tierra desvencijada
Desde Lima capital, con cielo panza de burro, nos llegó pa’acá un bacán que en Orvault plantó sus muros. Creció en un barrio achora’o
La ciudad enhiesta de las mil luce… se propaga hacia los cielos del Ol… alcanza barrocas y opulentas nubes Ingenuo gótico medieval... pretendiste tutear la celeste auro…
Veinte años... como si un espejo s… Como si una parte de mi inocencia… Quedo yo, hierática como una estel… Veinte años de huída, de desgarro,… Veinte años de palabras sin decir…
Yacía un cuerpo algo mustio, tal vez, allende el mar. En una tarde henchida de sol, de esperas inciertas,
Cruzo el abra rojo sangre de las algarabías secretas Las faldas
Y apareciste con la extraña incongruencia de las apariciones de la Maga pero no estábamos
Tomaste mi rostro con ambas manos besaste mis lágrimas mis ojos mis mejillas
Arráncame el corazón desgárralo en dos rocíale polvo y ceniza llanto y carcajada ecos y esperas