Dibujar tu cuerpo, Chile, trazar la longilínea costra de tus llagas. Bosquejar
Y apareciste con la extraña incongruencia de las apariciones de la Maga pero no estábamos
Yacía un cuerpo algo mustio, tal vez, allende el mar. En una tarde henchida de sol, de esperas inciertas,
Soy la violinista: desierto donde las notas laten violín crispado pecho en ebullición Soy la violinista:
La irrupción desbocada y repentina de reminiscencias casi a cada paso… Mi memoria juega a la Venus de los cajones. Surgen de puertas
El color el apagón Los cantos el gemido Los pueblos
Veinte años... como si un espejo s… Como si una parte de mi inocencia… Quedo yo, hierática como una estel… Veinte años de huída, de desgarro,… Veinte años de palabras sin decir…
Desde Lima capital, con cielo panza de burro, nos llegó pa’acá un bacán que en Orvault plantó sus muros. Creció en un barrio achora’o
La ciudad enhiesta de las mil luce… se propaga hacia los cielos del Ol… alcanza barrocas y opulentas nubes Ingenuo gótico medieval... pretendiste tutear la celeste auro…
Aquí me tienes amor mío: traspasada sin aliento atravesada
Yo dejé un mar encaramado sobre los desiertos insospechable como tigre al acecho Yo dejé un mar
Una niña. En una cajita Mamá le había entregado la herencia de sus palabras. Y Mamá había dicho
Tiempo lanzado Tiempo lapidado Tiempo en reconversión Andamios tartamudeados Vitrina verde transparente negra v…
Un río dentro de otro río un llano dentro de otro llano sin llama alguna Y el aliento tétrico de una tierra desvencijada
Aquella sangre que recorre varios cuerpos aspirante a fantasiosas eternidades devino