#Españoles #Generación27 #SigloXX
Naciones de la tierra, patrias del… del mundo y de la nada: habitantes perdidos y lejanos más que del corazón, de la mirada. Aquí tengo una voz enardecida,
¿Qué pasa? Rencor por tu mundo, amor por mi casa. ¿Qué suena? El tiro en tu monte,
Sentado sobre los muertos que se han callado en dos meses, beso zapatos vacíos y empuño rabiosamente la mano del corazón
Caídos sí, no muertos, ya postrado… están los hombres de resuelto pech… sobre las más gloriosas sepulturas… las eras de las hierbas y los pane… el frondoso barbecho,
El lecho, aquella hierba de ayer y… este lienzo de ahora sobre madera… flota como la tierra, se sume en l… donde el deseo encuentra los ojos… Pasar por unos ojos como por un de…
Era un hoyo no muy hondo. Casi en la flor de la sombra. No hubiera cabido un hombre en su oscuridad angosta. Contigo todo fue anchura
Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía y una dolencia de melancolía por la ausencia del aire de tu vie… Paciencia necesita mi tormento,
Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias. Regresará del llanto
Un albañil quería... No le faltab… Un albañil quería, piedra tras pie… tras muro, levantar una imagen al… desencadenador en el futuro. Quería un edificio capaz de lo más…
No salieron jamás del vergel del abrazo. Y ante el rojo rosal de los besos rodaron. Huracanes quisieron
Como la higuera joven de los barrancos eras. Y cuando yo pasaba sonabas en la sierra. Como la higuera joven,
Si nosotros viviéramos lo que la rosa, con su intensidad, el profundo perfume de los cuerpos sería mucho más. ¡Ay, breve vida intensa
Todas las casas son ojos que resplandecen y acechan. Todas las casas son bocas que escupen, muerden y besan. Todas las casas son brazos
El palomar de las cartas abre su imposible vuelo desde las trémulas mesas donde se apoya el recuerdo, la gravedad de la ausencia,
Umbrío por la pena, casi bruno, porque la pena tizna cuando estall… donde yo no me hallo no se halla hombre más apenado que ninguno. Sobre la pena duermo solo y uno,