Dónde los sueños se desvanecen yacen los anhelos no cumplidos, las esperanzas que no florecen. Son suspiros de lo que pudo ser, ecos de un futuro imaginando, sombras del ayer qué no llegó, deseos que el tiempo ha olvidado. Cada sueño roto es una lágrima, un susurro de dolor en la noche, un reflejo de lo que no fue, un anhelo que nunca tuvo broche. Pero en la Tristeza hay belleza, en la derrota, una lección, pués cada sueño no realizado, es un paso hacía la redención.
Los sueños que se quedan aparcados...