Intolerancia
En tiempos de sombras y ruido, donde la verdad se desvanece, la intolerancia se alza, fría y dura, como un muro que no cede.
Falta de credibilidad, falta de fe, en un mundo que se fragmenta, donde la paciencia es un lujo, y la comprensión, una meta ausente.
Voces que no escuchan, corazones cerrados, en la prisa por juzgar y condenar, olvidamos que somos humanos, que en la diversidad podemos hallar paz.
La intolerancia, un veneno lento, que corroe el alma y el espíritu, nos aleja de la empatía, nos sumerge en un abismo frío.
Pero aún en la oscuridad, hay una chispa de esperanza, si aprendemos a escuchar, a comprender con templanza.
Que la paciencia sea nuestra guía, y la empatía, nuestro faro, para construir un mundo nuevo, donde la intolerancia no tenga amparo.