En los primeros rayos de un amor naciente, un sentimiento nuevo, profundo y ardiente. Ilusión temprana, en corazones jóvenes, donde cada mirada, mil sueños contienen.
Desconocido y dulce, el amor se revela, como un susurro suave, que el alma desvela. No es en vano sentir, aunque sea temprano, pues en cada latido, se forja lo humano.
El primer enamoramiento, un misterio divino, donde el corazón aprende, su propio camino. Y aunque el tiempo pase, y cambien las estaciones, la ilusión temprana, vive en nuestras canciones.