Por ser admirador de tu existencia… Salen de mi voz campanadas musical… Eres el dulce néctar de mi sustent… En este mundo mío de sueños otoñal… En canciones de brisa van errantes…

Por amor adoro la belleza de los c… Y de todo lo hermoso que el señor… ¡Que nunca se canse mi alma de esc… Hermosas canciones en los sueños h… Dulce el decoró de todo lo que dig…

Porque amor, Porque te empeñas acabar lo nuestr… Porque te empeñas A sembrar en mi las dudas, Dime si realmente ya no me quieres

Volverte a ver, es como volver a respirar! aquellas dulces mañanas! acompañadas de un crepúsculo tan hermoso

Dejé pasar demasiado los años. Cuando nunca más pensé, Que este pobre hombre ha llegado, A verse viejo: tal y como es. Es cierto, tal vez: en mi tiempo.

Verso 1 Volverán los días buenos, volverá la dignidad, cuando el pueblo alza su canto ya no lo pueden callar.

O en mi solemne medianoche, Cierra suavemente mis ojos hacia e… Que mis súplicas no sean trasnoche… Si es así, mejor quítame la vida. En medio de este llanto y desveló…

Tengo que considerar a este buen amigo, como un gran actor que hoy realmente es. Guayaquil lleno de misterio y de canto, su patria por ofrendar su vida a Medardo Ángel Silva, ilustre po...

Y sin buscarte, te vi en su reflej… como un suspiro que llega en silen… no eras pasado, ni sombra, ni espe… eras un brote en mi árido invierno… Tenías su risa, su andar, su ternu…

¡Lorena, _ ved mi alma, en sus cru… Donde no perdura la flor ni la luz… ¡En vano hemos buscado todos nuest… Cuando apenas empieza el tormento… Triste mi vigilia, _ dentro del ca…

Si en mis letras fueras tranquila… Yo encantado pusiera firme mis pas… No hasta que el sol de luz de amig… Y se vea tu nombre en mis letras r… Voy a suspender por ti mis palabra…

Tengo miedo de no verte Si verte es toda mi vida, Si veo que te sientes ida Será mi hora de muerte. Tengo necesida de verte

Corazón muerto, tus latidos No agita al cuerpo. En el estanqu… La sangre yace podrida. ¡Ni una música! Canta tus penas. La verdadera pena

De aquella adolescencia tamizada, el mundo pudo haberse dado cuenta; tanta ternura y tanta belleza sedu… en una sola mujer en su grandeza. Pienso, por tanto, en llamarla dam…