En las olas de tu amor aprendí a nadar,
Sumergiéndose en la profundidad del mar,
Dónde cada beso era una corriente que me llevaba,
Y cada caricia era una ola que me abrazaba.
¡Me enamoré del Mar!
Me enamoré de tí.
Me enseñaste a flotar en aguas desconocidas,
A llorar,
Dónde el miedo se disipaba con tu presencia,
Y cada momento a tu lado era una aventura,
Navegando hacía la eternidad segura.
En tus ojos encontré el horizonte infinito,
Dónde el cielo se reflejaba en el agua serena,
Y en cada beso salado saboreaba el amor,
Que me envolvía como las olas en la orilla.
—Y.