4 años de muros altos
Sostengo en brazos a la pequeña niña que he sido
¿Quién creo esa prisión que tienes al rededor?
Esa prisión de palabras atoradas en la garganta,
Y de muros altos para blindarte el corazón.
A ella, que duró años creyendo que la existencia misma no valía la pena,
A ella, que se comía las uñas pensando en lo malo que podría llegar a pasar.
Te anidaste tanto en la oscuridad,
Que ahora no te dejas ver,
Fuiste una con el silencio,
Con pasos sigilosos,
Cómo sombras en la noche,
Temerosa de ser vista, de ser comprendida.
Creo que fue valiente que siguieras viviendo,
Incluso cuando ya no sabías cómo hacerlo.
Para ella,
Aún te sostengo.
—Y.
Sacaré del cajón las alas que tuve que guardar, mientras cuidaba el vuelo de alguien más.
