En mi intento de pensar las cosas me he apartado de ti, o eso quiero creer.
En mi intento de arreglar esto me he ido lejos, lo suficiente como para que nada en este pequeño gran mundo me recuerde a ti, pero no.
Pero no, porque estás en todo lado.
Estás en una notificación de mi teléfono al despertar,
Estás en lo mucho que me gusta el café caliente por las mañanas,
Estás en los lácteos que no te asientan nada bien,
Estás en las palabras que inician con la tercera letra del abecedario castellano,
Estás en los colores azul, blanco y negro, y en tres letras de un fabricante europeo,
Estás en todos los medios de transporte, sobre todo los que frecuentamos,
Estás en una bebida gasificada negra, la que tanto te gusta,
Estás en los buenos aromas porque siempre hueles bien,
Estás en el tiempo y en tu intento de llevarlo todo a tu ritmo,
Estás en los lentes de mi madre, vaya casualidad de la vida,
Estás en mis sueños diurnos y en mis labores nocturnas,
Estás en el agua y en la poca confianza que te tienes porque no sabes nadar,
Estás en todos los géneros musicales, desde los más atrevidos a los más calmados,
Estás en el sol y el calor, y en lo insoportable que te resultan ambos,
Estás en la monocromía y sencillez del vestir,
Estás en la blancura del alba, blanca como tu alma y tu tersa piel,
Estás en la calidez de un abrazo, la misma que ruboriza tus mejillas,
Estás en la quietud del bailar y en la movilidad de la siesta,
Estás en los más hermosos atardeceres que me has y te he dedicado,
Estás en muchos lugares, estás en mi vida, marcándola, mi vida.
Pero un día de estos ya no estarás en mi vida, y en mi intento de olvidarte, te recordaré en cada una de las cosas en las que has estado, mi vida.