Vedle! En la seca garganta Apagada está la nota: El brazo ya no levanta La copa de oro, que rota Por la mística muerte,

Yo que vivo, aunque me he muerto, Soy un gran descubridor, Porque anoche he descubierto La medicina de amor. Cuando al paso de la cruz

Estas que ofrezco, no son composiciones acabadas: son, ¡ay de mí! notas de imágenes tomadas al vuelo, y como para que no se escapasen, entre la muchedumbre antiática de las calles, entr...

Con letras de astros el horror que… En el espacio azul grabar querría En la llanura, muchedumbre:—en lo… Mientras que los de abajo andan y… Y sube olor de frutas estrujadas,

¿Que como crin hirsuta de espantad… Caballo que en los troncos secos m… Garras y dientes de tremendo lobo, Mi destrozado verso se levanta?... Sí, pero ¡se levanta! A la manera…

De sus pestañas al peso el ancho párpado entorna, lirio que, al sol que se torna, se cierra pidiendo un beso. Y luego como fragante

Dígame mi labriego Cómo es que ha andado En esta noche lóbrega Este hondo campo? Dígame de qué flores

En la vida desterrada No hay puerto, seno ni abrigo Como el hallar un amigo En la sed de la jornada. Pero el consuelo es mayor

Por donde abunda la malva Y da el camino un rodeo, Iba un ángel de paseo Con una cabeza calva. Del castañar por la zona

Solo, estoy solo: viene el verso a… Como el esposo diligente acude De la erizada tórtola al reclamo. Cual de los altos montes en deshie… Por breñas y por valles en copioso…