#SigloXX #SigloXXI #Uruguayos #1974 #ElAmorLasMujeresYLaVida
La anestesia me introduce en una p… me recompensa con una borrachera d… no la mía / otra infancia / la que… me brinda un perro fiel que corre… y vuelve a mí con un crucifijo ent…
Ya sos mayor de edad tengo que despedirte pesimismo años que te preparo el desayuno que vigilo tu tos de mal agüero
No lo harás en vano Ah no lo harás en vano se te helarán los dedos y el corazón y los olores se te helará la noche
Tal vez en un desnudo amanecer con… ese frío corpóreo y a la vez trans… que viene desde arriba como el ojo… en un exacto mundo todavía con árb… todavía con monstruos y rocío y pr…
No existe esponja para lavar el ci… pero aunque pudieras enjabonarlo y luego echarle baldes y baldes de… y colgarlo al sol para que se sequ… siempre faltaría el pájaro en sile…
¿Te acordás hermano qué tiempos aq… cuando sin cortedades ni temor ni… se podía decir impunemente pueblo? cada uno estaba donde correspondía los capos allá arriba / nosotros a…
Cuando aquella muchacha aquella taumaturga aún no había em… recibía diversos homenajes y ofren… en la ribera el agua lamía sus tob… las gaviotas planeaban y hasta las…
Bueno zelmar pasaron nueve años y las bisagras del país se quejan rechinan dulcemente nadie va a preguntar
Hay ayeres y mañanas pero no hay hoyes.
La manzana es un manzano y el manzano es un vitral el vitral es un ensueño y el ensueño un ojalá ojalá siembra futuro
Viviste aquí por meses o por años trazaste aquí una recta de melanco… que atravesó las vidas y las calle… hace diez años tu adolescencia fue… te tajearon los muslos porque no q…
Cuando corres al ómnibus y trepas no sabes que noviembre va contigo el punguista noviembre va a quitar… el voto que aún ignoras, ese voto pensarás pensaremos qué trabajo
Quién me iba a decir que el destin… Ver la lluvia a través de letras i… un paredón con manchas que parecen… el techo de los ómnibus brillantes… y esa melancolía que impregna las…
No lo creo todavía estás llegando a mi lado y la noche es un puñado de estrellas y de alegría palpo gusto escucho y veo
Oiga, che—me dijo Medardo Robles, a eso de las dos de la madrugada, en el Café y Bar La Redoblona, mientras empinaba despacito su quinto o sexto espinillar—, ¿por qué no escribe un cuen...