En los grandes aprietos es bálsamo para el alma hallar un buen corazón.
Luna dulce, luna de azúcar, en la inmensa taza del firmamento.
Mirad hacia la montaña. Se ha posado un arcángel blanco ¡¡Albino!! como la nieve. Vigila con su espada los transparentes velos
El tiempo tiene su labor en el telar convulsionado del tiempo.
Tú, Madre sembradora de soles que en el cielo tejes
Es certero acercarse a los sabios ¡¡¡Trae Buenaventura!!!
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
Ya danzará la tierra toda y las mujeres dejarán de tejer sus telares y los hombres navegar los fatigantes mares.
La estrella de duro diamante duerme sobre la pizarra negra del firmamento.
Busca la paz, dentro de ti.
La piedra lanzada en el lago viajaba como un astro dejando su estela de circunferencias locas.
Mar chileno he sorbido tu salobre hálito has sido navegado por humildes canoas de cuero en antaño
En cada árbol, cada hoja, cada tallo, cada raíz, la vida palpita
Vertí blancas lágrimas como tiara de azahares. En honor y homenaje al fallecimie…
Dije las mágicas palabras “Hokus, pokus” y tus labios se llenaron