Las buenas palabras deben ir acompañadas de buenas obras.
Rayos de sol amarilleaban el pasto rústico de las praderas.
Los errores provienen de la impaciencia humana.
Huelo felicidad a mi encuentro salen almas ágiles y graciosas. Creo en un dios festivo que sabe bailar
Cortesía, hechizo de las personas amables y benevolentes. Las buenas palabras, junto con las buenas acciones
Fronda que das olorosos racimos. Viña que destila dulce ambrosía de purpúreo color
Mar tempestuoso, de agitada melena de león rugiente.
El tiempo tiene su labor en el telar convulsionado del tiempo.
La estrella de duro diamante duerme sobre la pizarra negra del firmamento.
Los niños en la playa juegan pero las olas llevan sus juguetes. Las olas también desean jugar y las ondas del mar a cambio les regalan
He visto un cisne que en su sabiduría lleno está de blancas canas.
¡Oh! mar verdiazul coronada estás de remolinos y blancos torbellinos.
Después de la tristeza, viene la felicidad que trae consigo la paz.
La oruga se solaza entre las hierbas del bosque. Un bosque tranquilo
Futuras generaciones construyan su nido en el árbol del porvenir. Las águilas en sus picos