Cargando...

Átame

Yo la brazo, y mi alma todavía la desea.
¿Puede existir tal vez
mayor proximidad que en el abrazo?
IBN-AR-RUMI

Átame
 
Átame a tu cuerpo
con la fuerza de tus manos
y olvídame tu inexistencia.
Mi corazón
sólo en él palpita,
a tu lado el pulso
encuentra dos caminos.
 
Descorcha otra botella
para regarnos
del fruto de la vid
y apagar esta pulsión.
Seamos la raíz
que busca la nada
ahondando en lo oculto.

Otras obras de María José Mures...



Top