Haiku
Ese halo que te cerca anuncia tu l… vistes de luz sendas que discretas esconden almas de poetas. Se abrazan historias que discurren… se versan amores en tu nombre.
En este otoño tardio en el que revolotean las hojas y el ocre baña el paisaje mi piel se estremece a su llegada.
Las luces se derraman sobre el vid… pinceles líquidos de púrpura y fue… se deslizan como dedos en mi espal… El horizonte se abre, tibio y palpitante,
Y en la brevedad de lo ausente el latido se apaga en esa nanosfer… de la que somos parte breve y concisamente. En la caverna del tiempo
Sólo ves el negro del momento el vestido que envuelve la piel siente la semilla que siembra piensa lo que sientes al mirarla encuentra la esencia
Transito No importa el destino cuando se sabe el origen, cuando el tránsito es camino abierto y límpido
De miedos estamos hechos, tinieblas nos acechan, pesadillas… cada paso que evitamos miedo impre… Cada letra que escribimos pánico n… cambios inusuales rompen la rutina
Un cuadro en la cocina adorna la p… mi abuelo lo colgó, siendo yo chiq… Llegaba en la tarde buscando la tr… ambos nos sentábamos junto al calo… A veces había castañas, otras solo…
En el silencio que amamanta el lla… se quiebra la voz del grito mudo lamento que acompaña el momento cuando la música se apaga
Son solo letras que despiertan sen… aquellos que los poetas siembran d… sonoros murmullos entre susurros, entre líneas quedan grabados sus n… Hombres y mujeres que discurren so…
Tus ventanas se abren la claridad alumbra azueles tus ojos sonrien en la mañana. Tus manos hacia el abrazo
Enreda el viento canalla tu melena al vaivén de tus caderas, resuenan los adoquines a tu paso mientras marcas serena tu ritmo, impregnas en el aire tu perfume con el rítmico acomodo de ...
Mira como vuela el tiempo Ese que presume de osadía deja que marche la noche que llega el viento del norte mira como hace aspavientos
Poeta, enlazas tus letras de forma… encadenas palabras sensuales, cáli… tu pluma se desliza suavemente por… caricias leves al posarse sobre el… deleitan los ojos que las leen