(F. Galaz, 2020)
Y me basta con estar así, acostados en un cuarto de hotel a las tres y media de la mañana, entre tus brazos, para saber que contigo no quiero comerme el mundo.
Que se arme allá afuera la tercera guerra mundial entre Oriente y Occidente, que mientras tanto tú y yo haremos el amor dentro de este dos por dos con paredes al estilo vintage que tanto te gustan y con besos sabor a whisky.
Tranquilo, el mundo sabrá esperar por nosotros.