Es como la sensación de estar muy cansado manteniendo la compostura en un lugar que no soporto y querer irme a mi casa a dormir. Pero ese lugar que no soporto es este mundo, esta vida, y mi casa fue destruida, y no puedo ir a ningún lado.
Las puertas se abrieron de par en par, él entró envuelto en su pashmina, llevaba unos pantalones ajustados que se veían bastante elásticos con su paso ligero pero seguro. Le gustaba hac...
—¿Te acordás de?...—Miró un rato la taza y le dio un sorbo al café. —Ese que era doctor, que siempre nos invitaba a su finca los fines de semana cuando hacía asados. —Sí, era doctor. Ga...
La inmovilidad acentúa el peso del frío sobre mi cuerpo entumecido por el alcohol. Siento la humedad de las primeras gotas de rocío sobre mi frente, sobre mis brazos, en la punta de mi ...
Así es la vida, cortita y jodida Así es la muerte, te descuidas y p… Así es el amor, crees que empieza…
Los autos pasan. Al cerrar la ventana, queda su ruido. El sol brilla hasta las siete de la tarde.
Las palabras son sombras apagadas…
Había hace mucho en el pueblo tres vivos que no sabían que ya se habían muerto. Andaban los tres tranquilos, gozando y muy contentos.
Empecé a escarbar entre las uniones de mis dedos del pie. Horadé la carne y llegué hasta algo blanco que parecía hueso, o cartílago. Con los pies así, salí a caminar. Al principio me do...
Bajo del colectivo relinchando, y hace bastante calor. Una nena me pide una foto, dice que hace mucho tiempo que no ve el sol. Es difícil, le digo, muy difícil. Una señora gorda con un ...
Una piedra en el agua es solo piedra en potencia porque un día, mañana, será, seguro, arena. Ahora es barrera
Que no haya nada, por favor, que no haya nada que no haya cielo ni infierno ni nirvana
En El último encuentro, Sándor Márai presenta de manera connotada una perspectiva nihilista de la existencia, pero tambien hay una reivindicación de esa existencia. Lo cotidiano, la rut...
Del fondo de la mucosa le llega el verde a la mezcla con los colores de la bandera de Italia que tiene en la boca; el blanco se lo dio la espuma del dentífrico barato, y el rojo la sang...
Escribí poemas idealistas cuando era un pibe Ahora, desengañado, prendo la horn… y tomo tés tibios, insípidos, sin… Escribí sonetos, romances, coplas,…
En el polideportivo de esa que antes era escuela, algunos decían que entraban hasta mil personas paradas, otros el doble y otros la mitad. Nunca se comprobó, porque en el pueblo no alca...