#Mexicanos #SigloXIX #Suicidio Poesía romanticismo romántica
Esta hoja arrebatada a una corona Que la fortuna colocó en mi frente Entre el aplauso fácil e indulgent… Con que el primer ensayo se perdon… Esta hoja de un laurel que aún me…
Aún era yo muy niño, cuando un día… Cogiendo mi cabeza entre sus manos Y llorando a la vez que me veía “¡Adiós! ¡Adiós!” me dijo; “Desde este instante un horizonte…
Un cielo azul de estrellas Brillando en la inmensidad; Un pájaro enamorado Cantando en el florestal; Por ambiente los aromas
Medio oculta entre la selva Como un nido entre las ramas, Y medio hundido en el fondo Tranquilo de una cañada, Allá por aquellos tiempos
...Esa noche, ardiendo el pueblo de animación y entusiasmo bajo el influjo sublime de tu genio soberano, todo era bravos y dianas,
¡Y bien! Aquí estás ya..., sobre… donde el gran horizonte de la cien… la extensión de sus límites ensanc… Aquí, donde la rígida experiencia viene a dictar las leyes superiore…
¡Qué triste es vivir soñando En un mundo que no existe! Y qué triste Ir viviendo y caminando, Sin fe en nuestros delirios,
¡Sin lágrimas, sin quejas, Sin decirnos adiós, sin un sollozo… Cumplamos hasta lo último... la su… Nos trajo aquí con el objeto mismo… Los dos venimos a enterrar el alma
Goza, goza, niña pura, Mientras en la infancia estás; Goza, goza esa ventura Que dura lo que una rosa. —¿Qué?, ¿tan poco es lo que dura?
Sonaron las campanas de Dolores, voz de alarma que el cielo estreme… y en medio de la noche surgió el d… de augusta libertad con los fulgor… Temblaron de pavor los opresores
Si supieras, niña ingrata, Lo que mi pecho te adora; Si supieras que me mata La pasión que por ti abrigo; Tal vez, niña encantadora,
Aliento de la mañana Que vas robando en tu vuelo La esencia pura y temprana Que la violeta lozana Despide en vapor al cielo.
A mi querido amigo Manuel Roa. Humanidad pigmea, tu que proclamas la verdad y el Cr… mintiendo caridad en cada idea: tu que, de orgullo el corazón beod…
Adiós a México Pues que del destino en pos Débil contra su cadena, Frente al deber que lo ordena Tengo que decirte adiós;
Mire usted, Asunción: aunque algú… Metiéndose envidioso, Conciba allá en el cielo el mal ca… De venir por la noche a hacerle el… Y en un acto glorioso