#Españoles
Si alguna vez no hubieses existido… si el calor de tus muslos no me hu… buscado como un látigo preciso y mis ambigüedades electivas —los días más oscuros de mí mismo—
Más allá de la sombra te delatan tus ojos, y te adivino tersa, como un mapa extendido de asombro y de deseo.
Al pasar de los años, ¿qué sentiré leyendo estos poemas de amor que ahora te escribo? Me lo pregunto porque está desnuda la historia de mi vida frente a mí…
Quien conozca los vientos, quien d… haga una voz donde guardar memoria… quien conozca la piel de su desnud… como conoce el rastro de su nombre… y no le tenga miedo, y le acompañe
Ahora sé que estas calles nos han hecho sol… y nuestro corazón tiene el pulso amarillo de las maderas lentas de un tranví…
Son extrañamente hermosos todavía, estos labios de hace ahora tres añ… y me parece inédito el gesto de tu beso,
Por septiembre se te llenan de sótanos los labios y es relativo el cielo después de haberte visto preguntar… Pero también el cielo,
Tú me llamas, amor, yo cojo un tax… cruzo la desmedida realidad de febrero por verte, el mundo transitorio que me ofrece un asiento de atrás,
Recuerda que tú existes tan sólo e… agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada vers… por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas,
Está solo. Para seguir camino se muestra despegado de las cosas. No lleva provisiones. Cunado pasan los días y al final de la tarde piensa en l…
Las palabras son barcos y se pierden así, de boca en boca, como de niebla en niebla. Llevan su mercancía por las conver… sin encontrar un puerto,
Mañana de suburbio y el autobús se acerca a la parada… Hace frío en la calle, suavemente, casi de despertar en primavera, de ciudad que no ha entrado
¿Quién habla del amor? Yo tengo f… y quiero ser diciembre. Quiero llegar a un bosque apenas s… hasta la maquinaria del corazón si… Yo quiero ser diciembre.
Yo te estaba esperando. Más allá del invierno, en el cincu… de la letra sin pulso y el verano de mi primera carta, por los pasillos lentos y el exame…
Sospechan de nosotros. Ha pasado el primer autobús, y nos sorprende en el lugar del crimen, desatados los cuellos y las manos a punto de morir, abandonándose.