#Españoles
Ahora sé que estas calles nos han hecho sol… y nuestro corazón tiene el pulso amarillo de las maderas lentas de un tranví…
Nadaba yo en el mar y era muy tard… justo en ese momento en que las luces flotan como brasa… de una hoguera rendida y en el agua se queman las pregunt…
Ella me besa, marca la sonrisa y viaja por los labios al pasado con el adorno de sus sentimientos, lujosa y encendida como un árbol de navidad, paloma
Aplauden los semáforos más libres… mientras corren cien motos y los f… trabajan sin enfado. Es la noche m… Ninguna cosa viva merece su conden… Corazones y lobos. De pronto se i…
Tú me llamas, amor, yo cojo un tax… cruzo la desmedida realidad de febrero por verte, el mundo transitorio que me ofrece un asiento de atrás,
Déjame que responda, lector, a tus… mirándote a los ojos, con amistad… porque esto es la poesía: dos sole… y una experiencia noble de contarn… Año cincuenta y ocho. Vine al mun…
En la mesa de al lado, un jardín de señoras en domingo abonadas al orden del murmullo y del té con limón, en un café de invierno por la tard…
Más o menos extraña la vida fue pasando tibiamente por tu cuerpo y el mío. Oigo la lluvia fría amontonarse sobre las uralitas
Se deshizo la luz, equivocó su horario por dejarte de… desdibujó tus ojos mientras me son… Mientras me sonreías vi una sombra inclinada desvestirs…
Me persiguen los teléfonos rotos de Granada, cuando voy a buscarte y las calles enteras están comunic… Sumergido en tu voz de caracola
Más allá de la sombra te delatan tus ojos, y te adivino tersa, como un mapa extendido de asombro y de deseo.
Esa luna color de viejo saxofón me retendrá en París. Esa luna color de vieja mariposa, de alma vieja buscando sobre el vi… ojos para mirar el fin de siglo,
Está solo. Para seguir camino se muestra despegado de las cosas. No lleva provisiones. Cuando pasan los días y al final de la tarde piensa en l…
Por septiembre se te llenan de sótanos los labios y es relativo el cielo después de haberte visto preguntar… Pero también el cielo,
Aquel temblor del muslo y el diminuto encaje rozado por la yema de los dedos, son el mejor recuerdo de unos días conocidos sin prisa, sin hacerse n…